miércoles, 22 de diciembre de 2010

FALTA (de) PERSONAL(idad) N.1



Me gusta ir a la compra con mi madre, la razón es muy sencilla, mientras ella espera en la cola de la pescadería, yo prefiero esperar con las bolsas y el carro a la entrada, justo donde empiezan las cajas. Puedo desde allí, perfectamente, ver las caras de los clientes que esperan su turno con la tarjeta de descuento en una mano y la cesta en otra, imagino sus vidas y reconstruyo los hechos, espuma de afeitar, un bote de mermelada de melocotón y un paquete de tostas integrales, es un hombre de unos 54 años, bien vestido y con la raya del pantalón bastante torcida... saquen sus propias conclusiones, yo cubro todas las posibles, hasta que paso a la siguiente cesta. A veces veo un rostro que me llama la atención e intento adivinar, que es lo que le ha traído al supermercado.

Pero últimamente el proceso se invierte y aunque mis miradas son con estudiado disimulo, las de aquellos que esperan en fila india, hacia mi, no lo son tanto. Mujer, 26 años, pantalón vaquero desgastado, siempre me falta un botón en el abrigo, pelo largo desteñido por las puntas, y boina de lana que constantemente se me cae hacia delante. Las hojas de alguna hortaliza, recién comprada en el mercado de los miércoles, saliendo por un lado del concurrido carro y varias bolsas a los pies. No suelen fijarse demasiado hasta que mi madre, saliendo de entre los cuerpos alineados, me va retransmitiendo como avanza la cola de la pescadería.

- Julinchi solo quedan 5...hija lo siento, pensé que sería buena hora para venir, solo quiero una pescadilla.

En ese momento 20 pares de ojos , de dueños aburridos e impacientes ,recorren mi persona, primero me miran fijamente a los ojos y luego muy despacito de arriba a bajo, al unísono de arriba a bajo.

Ahora es en sus cabezas, donde una voz en off va sacando sus propias conclusiones.

Todos jugamos a las adivinanzas, somos antropólogos de supermercado.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Y QUE EL PRESENTE NOS LIBRE

Y que el tiempo que vivimos nos libre...
directamente nosotros mismos dueños del latido
que el presente sea un reflejo de lo que somos
que impongamos paso firme hacia el remedio
que enfrentarnos sea lo inevitable
y que la rendición solo sea un capricho
que el tiempo avanzado no sea un lamento
y que el pasado termine en manos del dulce recuerdo del presente dichoso.

viernes, 10 de diciembre de 2010